Veo con asombro que la desmemoria y mal juicio se han instalado en algunos y algunas leioaztarras. Sobre todo acerca de Lamiako y la Txopera. Y no es justo.
Lamiako y la Txopera tienen mucha historia. Son, sin duda, unos de los barrios históricos mas singulares y con mayor personalidad propia de Leioa.
¿Por qué Lamiako era como era?
Si bien desde antaño formaban parte del conocido como Marinherri leioaztarra o zona próxima a la mar (que vivía también de la actividad de la Ría), en contraposición al Baserri o zona del interior (sobre todo agricultor y ganadero), o precisamente por ello, durante finales del siglo XIX y principios del XX vio transformar su realidad cuando las industrias se asentaron en sus suelos. Importantes industriales del momento ubicaron sus fabricas en suelos de Lamiako y estos, deseosos de tener la mano de obra próxima a las industrias, promovieron casas de pisos obreros (hasta entonces desconocidas en un Leioa donde fundamentalmente dominaba el caserio). Pronto llegó también el ferrocarril promovido por esos mismos industriales y los nuevos burgueses enriquecidos al calor del dinero de las minas, la siderurgia, la banca y los negocios navieros, para acercar primero Bilbao a la nueva zona de baños impulsada por Máximo Agirre en las Arenas y, posteriormente, lo llevaron hasta Algorta para hacer más interesantes las promociones del recién nacido Neguri (como ciudad residencial de los potentados bilbaínos).
Todo esto configuró Lamiako como un barrio lineal, entre las vías del tren y las faldas de las suaves cumbres de Artatza y Ondiz, así como abigarrado, donde las casas humildes (y muchas de ellas insalubres a ojos de hoy día) se mezclaban con las fábricas, la polución y la suciedad que de ellas emanaban. Pero de ellas también emanaba trabajo, jornal y modo de ganarse la vida.

Dejando la historia más lejana atrás, lo cierto es que, siendo este el origen del Lamiako premoderrno, fue determinante de un modo imposible de negar la forma en la que el barrio lamiakoztarra y, por proximidad, la Txopera llegaron a los años más inmediatos de la irrupción de los ayuntamientos democráticos en 1979. Porque los 40 de franquismo no hicieron sino empeorar su urbanismo y sus condiciones urbanas de vida.

Metro y PERRI, dos actuaciones complementarias
Sin duda, durante los años 80 y 90 Lamiako y la Txopera fueron a mejor. El metro, si bien es obvio que no se soterró a su paso por la zona, como por cierto tampoco en la mayoría del trazado a lo largo de la Línea 1 (de hecho hoy en día más del 40 % de su paso por las localidades de las Líneas 1 y 2 es en superficie a cielo abierto), no es menos obvio que permitió empujar las vías hacia la ría y ensanchar, ampliar y urbanizar la actual calle Langileria y aledaños. De hecho, lo mas importante que hizo la actuación del metro fue crear las condiciones que posibilitaron acometer el PERRI una década después. Porque generó el espacio y liberó también los suelos necesarios para poder llevar a cabo esta ambiciosa operación de regeneración y rehabilitación urbana.

El PERRI llegó con los primeros años del actual siglo. Y fue un antes y una después en la rehabilitación urbana de Lamiako y la Txopera. La actuación ideada por el ayuntamiento permitió derribar entorno a 170 infraviviendas y reubicar a casi otras tantas familias en nuevos, modernos y cómodos pisos en la Txopera. Y ello a cambio de lo derribado. Además, permitió urbanizar tres plazas para esparcimiento ciudadano a lo largo de los dos barrios. Ha permitido, también, que el ayuntamiento se haga con mas de 1.500 metros cuadrados en locales (en el último edificio terminado en la Txopera) que, como ya ha anunciado, prevé destinarlos a equipamientos socio culturales. Y ha traído consigo la construcción de otras 270 viviendas libres para aportar nueva población y permitir hacer viable la operación.
Una operación que el ayuntamiento impulsó hasta el final, no en vano destinó íntegramente a Lamiako y la Txopera el 10 % del aprovechamiento urbanístico que la ley le concedía en el área (2,4 millones de euros); hoy esa cesión es del 15% según la normativa actual, pero entonces era el 10. El propio ayuntamiento ha confesado que es la única vez que el esta institución ha hecho algo igual porque lo habitual es que ese dinero (el 10-15 % que la ley atribuía-atribuye a los ayuntamientos en las actuaciones urbanísticas) se destine a diversos proyectos de destino y beneficio general de toda la ciudadanía leioaztarra.


En el camino, el PERRI ha tenido que superar la gran crisis y recesión del 2008 (que ha durado cerca de diez años) y que se llevó por delante multitud de operaciones urbanísticas, promotores inmobiliarios y entidades financieras. Incluso la empresa que desarrollaba el PERRI quebró y el ayuntamiento tuvo que buscar otra que la sustituyera y pudiera continuar lo empezado hasta llevar a buen fin el proyecto de regeneración urbana. Tampoco es extraño que aquella empresa se arruinara en el intento. Tuvo que comprar los suelos, indemnizar a los propietarios de pisos, construir los pisos de sustitución y ponerlos a disposición de vecinos y vecinas a cambio de las viejas viviendas , urbanizar plazas y calles… y todo ello sin ver un solo euro que financiaran las actuaciones porque las viviendas libres sólo podían construirse al final, una vez que todo lo anterior estuviera hecho.
El proceso se ha hecho largo sin duda. Años de incertidumbre, de obras a ralentí. Pero el camino no ha sido menos duro, habiéndose superado adversidades terribles (crisis económica, pandemia) para verlo hecho una realidad. Cuando otras actuaciones a lo largo y ancho de nuestros entono se han ido al carajo, el PERRI ha seguido hasta el final.

Y eso se ha debido, sobre todo y fundamentalmente a la apuesta innegable, decidida y absoluta del ayuntamiento de Leioa. Quien diga lo contrario desconoce lo ocurrido o simplemente miente por intereses espurios.
Post data: la manera que tuvo de irrumpir la industria en los siglos XIX y XX en Lamiako influyó de manera brutal, no solo en la fisonomía de la geografía leioaztarra, sino también en su población y, consecuentemente, en su sociología electoral. Así, mientras en el resto de Leioa el nacionalismo jelkide (EAJ-PNV) se constituyó en mayoritario desde los albores del siglo XX, arrinconando al caciquismo de la Piña monárquica liberal, en Lamiako la pugna entre abertzales y socialistas era notoria, si bien a lo largo de los años los nacionalistas se impusieron con notoriedad. Hoy la pugna, aunque claramente decantada a favor del partido jeltzale, es entre EAJ-PNV y el mundo sociológico de Herri Batasuna en su ultima formula electoral de EH-Bildu. Seguro que esto explica muchas cosas.