Dame mi pisito y pega la vuelta (V)

Es terriblemente irritante ver cómo hay quien sólo se mueve por el más destructor egoísmo mientras salva su conciencia definiéndose como persona de izquierda, como si eso significara algo «per se». Somos muchos los que nos consideramos personas de centro izquierda, humanistas, pero tratamos de predicar con un mínimo de coherencia.

Antes de seguir, me gustaría disculparme por haber tenido abandonado este pequeño proyecto personal durante este tiempo, pero no siempre es fácil sacar un rato, ponerse delante del teclado con algo de paciencia para parir un texto mínimamente digno. Seguro que los pocos pero buenos lectores que me habéis seguido hasta ahora, sabréis comprenderme.

Dicho lo cual, es verdad que resulta complicado permanecer dormido ante muchas de las injusticias, incoherencias e intereses personalistas a los que asistimos a diario. Más aún, cuando parece que se quieren vender como si lo lógico y bueno fuera adherirse a todos ellos. El mundo al revés.

Resulta que el Ayuntamiento de Leioa presenta un proyecto regenerador para los barrios de Lamiako y Txopoeta poniéndolos, y no creo que sea ninguna exageración, a jugar, directamente, en Primera División, y en mi opinión, respondiendo a tres claves fundamentales:

  1. Recuperación de la dársena, no solo como medio natural, sino como zona de disfrute para vecinas y vecinos. Recordemos que estamos hablando de un terreno equivalente a más de veinte estadios de fútbol.
  2. Construcción de viviendas y urbanización del entorno al más puro estilo isla de Zorrozaurre. Es decir, absoluta punta de lanza en lo que se refiere a construcción de ciudad moderna, accesible y apetecible. Es más, el Ayuntamiento, en otro claro alarde de escucha activa, ha conseguido rebajar las pretensiones iniciales de la empresa constructora y reducir las alturas de los edificios.
  3. Gracias y sólo gracias a esta inversión privada en unos terrenos que no son propiedad del Ayuntamiento se genera un dinero, fruto del aprovechamiento urbanístico, al que algunos llaman pelotazo, pero que el Ayuntamiento ya ha anunciado que está dispuesto a aportar, EN SU TOTALIDAD, para facilitar el soterramiento completo del metro a su paso por Lamiako. Es decir, tendríamos ya asegurado el soterramiento en Txopoeta y el compromiso total del Ayuntamiento de aportar TODO EL DINERO en el barrio para involucrar a las instituciones competentes en el soterramiento completo.

¿Qué más queremos? ¿Que no hay necesidad de vivienda? ¿Que son edificios muy altos? ¿Que tapan las vistas? ¿Que quitan verde? ¿Que alguien se va a meter dinero al bolsillo, fíjate tú, cómo son estos?

¿De verdad somos tan egoístas? ¿O tan interesados? ¿O tan cortos de entendederas? Estoy anonadado.

Alguien ha construido ese piso nuevo que te has comprado por 400.000€ en Lamiako, ¿verdad? Ahí habría alguna campa, algún zarzal verde o alguna huerta de algún vecino, ¿verdad? Y te ha importado una higa porque tú querías ese piso, ¿verdad?
O se han construido nuevas viviendas para demoler las antiguas, habilitar realojos y llevar nueva gente al barrio para revitalizarlo y revalorizarlo, ¿verdad?

¿Y este nuevo proyecto qué va a hacer? Poner a Lamiako en el mapa de, al menos, la Bizkaia más vanguardista, como zona residencial de referencia. Aportándole valor. Y sus mayores beneficiarios serán sus actuales vecinas y vecinos que van a ver cómo se va a incrementar el valor de su vivienda. Y cómo va aumentar la calidad de vida del entorno.

De verdad, que alguien me lo explique. Trataré de sacar tiempo para escribir una entrada con mayor profusión de datos en este sentido, pero espero entendáis este desahogo inicial.

Huid de políticos cortando la cinta tres días antes de elecciones, pero huid, más rápido si cabe, de todo aquel que se pone detrás de vaya usted a saber qué pancarta (porque da igual cuál) a las puertas de volver a votar para formar un nuevo Ayuntamiento.

Yo lo tengo muy claro. Me repele el interés electoralista de quien se disfraza de causas supuestamente justas para justificar no tenerlo. Fariseos.

Bulevar de Lamiako, una apuesta redoblada (III)

Sigo con el tema que me lleva ocupado unas cuantas entradas. Porque Lamiako y la Txopera dan para más de una entrada en el blog. Es una actuación que, me consta, se ha estudiado en escuelas donde se imparten Masters de urbanismo. Y me asombra y, por qué no decirlo, me preocupa que no se dé valor a lo que lo tiene. Y mucho.

Ya he dejado clara mi opinión sobre lo esencial que ha sido la actuación del Ayuntamiento en el devenir del PERRI. En la concepción de su idea, en su impulso, en su perseverancia, en su negativa a rendirse cuando todo le era adverso (crisis económica, inmobiliaria y financiera), en su equidad (destino integro del 15 % del aprovechamiento: 2,4 millones de euros a los barrios) y en su total acierto. Pero, sinceramente, el acierto me parece que ha sido aún mayor. Y consiste en no conformarse con lo que el PERRI suponía y querer complementar esta actuación con otra que la hace aún mejor de lo que ya era.

Zona de actuación del Bulevar de Lamiako.

Un Bulevar peatonal para Lamiako

La actuación del PERRI, aún siendo muy completa, dejaba sin solucionar (a buen seguro no todo sería posible de golpe en una sola actuación) el hecho de que tres fábricas antiguas (EARLE, LAN y ALESA) continuaran estando, sin apenas actividad y con un futuro muy complicado, entremezcladas con la zona urbana residencial del barrio.

Por eso, la actuación del BULEVAR de Lamiako es inmejorable. Porque una vez más el urbanismo del bueno, sí del mejor, impulsado por el ayuntamiento ha conseguido posibilitar que tres fábricas sin viabilidad económica y destinadas al cierre inexorable lo pudieran hacer en las mejores condiciones posibles para sus dueños, trabajadores, proveedores y deudores. De modo que, tras la debida descontaminación de los suelos (actuación que por lo que ha anunciado el ayuntamiento la empresa promotora va a desarrollar este mismo año 2023), puedan contribuir decididamente a la rehabiltación de Lamiako.

¿Cómo? Pues destinándolos a una operación urbana de nota: la creación de un hermoso bulevar peatonal en el centro del barrio que va a desplazar los vehículos a la linde con el actual metro. Ciento ochenta viviendas (72 de ellas de protección) lo van hacer posible. Y además van a posibilitar aportar 2.500 metros cuadrados para equipamientos municipales que el ayuntamiento pueda habilitar y poner a disposición de asociaciones sociales y culturales, así como para el vecindario en general. Estos metros, junto con los 1.500 que ha aportado el PERRI en la Txopera, van a permitir albergar un total de 4.000 metros cuadrados de equipamiento público municipal para ambos barrios.

Miremos alrededor, no es una excepción

PERRI de Lamiako y la Txopera y BULEVAR de Lamiako son dos ejemplos de que la colaboración público privada, bien concebida y continuada, pueden convertir una zona muy degradada en un entorno absolutamente homologable a aquellos núcleos urbanos que venían siendo objeto de deseo y espejo en el que los vecinos y vecinas se querían ver reflejados. Porque lo que el Ayuntamiento viene desarrollando desde hace más de 20 años en Lamiako y Txopoeta no se aleja un ápice de lo que también ha hecho en el resto de barrios, así como en el centro e Leioa.

Elexalde en el centro de Leioa.

Porque es así como se ha conseguido darle la vuelta a un pueblo, Leioa, a su centro y a sus barrios y:

a) Revertir con orden el caos urbanístico y el desastre infraurbanizatorio que sufría.

b) Unir los núcleos dispersos e inconexos que conformaban (mejor decir malformaban) su fisonomía urbana.

c) Nutrir el dominio público municipal de suelos que hasta entonces eran privados mediante la cesión gratuita por parte de las empresas promotoras para poder destinarlos a equipamientos, bien promoviéndolos el propio ayuntamiento, bien cediéndoselo a otras administraciones ( como el Gobierno vasco o la Diputación Foral de Bizkaia) para que lo impulsen ellas.

d) Obtener los ingresos necesarios vía 15% de cesión obligatoria, impuestos y tasas que han pagado las empresas promotoras para poder financiar aquellos equipamientos públicos municipales y ofrecer servicios a la ciudadanía.

Es obvio que los ritmos han sido distintos. Hay zonas que se han desarrollado antes que otras. A buen seguro era inevitable porque los diferentes puntos de partida también lo eran. Y eso habrá exigido mayor determinación a las autoridades municipales para que las actuaciones, que siendo mucho más difíciles porque las condiciones iniciales eran mucho más complicadas, pudieran materializarse. Porque la iniciativa privada no acude a actuar en todas las zonas por igual. Y en esto la apuesta y el impulso municipal ha sido determinante.

Con todo, la colaboración público privada ha hecho posible lo que solo el esfuerzo publico era absolutamente incapaz de acometer. No hay presupuesto publico que hubiera podido hacer de Leioa lo que hoy es. Ni en el centro urbano, ni en ninguno de sus barrios, Lamiako y la Txopera incluídos.

Post data: aunque haya a quien no le guste la afirmación no por ello deja de ser verdad. Hoy, personas de cualquier zona de Leioa y de fuera de Leioa no dudan en adquirir una vivienda en Lamiako y la Txopera y lo hace, además, a precios homologables a los del resto de Leioa, o la vecina Getxo. ¿Pasaba eso hace 40, 30 o 25 años? No, de ninguna manera. Esa es la mejor prueba de la regeneración de unos barrios y de la apuesta del ayuntamiento por hacerlo posible.

Una apuesta innegable, decidida y absoluta (II)

Veo con asombro que la desmemoria y mal juicio se han instalado en algunos y algunas leioaztarras. Sobre todo acerca de Lamiako y la Txopera. Y no es justo.

Lamiako y la Txopera tienen mucha historia. Son, sin duda, unos de los barrios históricos mas singulares y con mayor personalidad propia de Leioa.

¿Por qué Lamiako era como era?

Si bien desde antaño formaban parte del conocido como Marinherri leioaztarra o zona próxima a la mar (que vivía también de la actividad de la Ría), en contraposición al Baserri o zona del interior (sobre todo agricultor y ganadero), o precisamente por ello, durante finales del siglo XIX y principios del XX vio transformar su realidad cuando las industrias se asentaron en sus suelos. Importantes industriales del momento ubicaron sus fabricas en suelos de Lamiako y estos, deseosos de tener la mano de obra próxima a las industrias, promovieron casas de pisos obreros (hasta entonces desconocidas en un Leioa donde fundamentalmente dominaba el caserio). Pronto llegó también el ferrocarril promovido por esos mismos industriales y los nuevos burgueses enriquecidos al calor del dinero de las minas, la siderurgia, la banca y los negocios navieros, para acercar primero Bilbao a la nueva zona de baños impulsada por Máximo Agirre en las Arenas y, posteriormente, lo llevaron hasta Algorta para hacer más interesantes las promociones del recién nacido Neguri (como ciudad residencial de los potentados bilbaínos).

Todo esto configuró Lamiako como un barrio lineal, entre las vías del tren y las faldas de las suaves cumbres de Artatza y Ondiz, así como abigarrado, donde las casas humildes (y muchas de ellas insalubres a ojos de hoy día) se mezclaban con las fábricas, la polución y la suciedad que de ellas emanaban. Pero de ellas también emanaba trabajo, jornal y modo de ganarse la vida.

Lamiako y la Txopera a principios de siglo pasado.

Dejando la historia más lejana atrás, lo cierto es que, siendo este el origen del Lamiako premoderrno, fue determinante de un modo imposible de negar la forma en la que el barrio lamiakoztarra y, por proximidad, la Txopera llegaron a los años más inmediatos de la irrupción de los ayuntamientos democráticos en 1979. Porque los 40 de franquismo no hicieron sino empeorar su urbanismo y sus condiciones urbanas de vida.

Lamiako en los años 70.

Metro y PERRI, dos actuaciones complementarias

Sin duda, durante los años 80 y 90 Lamiako y la Txopera fueron a mejor. El metro, si bien es obvio que no se soterró a su paso por la zona, como por cierto tampoco en la mayoría del trazado a lo largo de la Línea 1 (de hecho hoy en día más del 40 % de su paso por las localidades de las Líneas 1 y 2 es en superficie a cielo abierto), no es menos obvio que permitió empujar las vías hacia la ría y ensanchar, ampliar y urbanizar la actual calle Langileria y aledaños. De hecho, lo mas importante que hizo la actuación del metro fue crear las condiciones que posibilitaron acometer el PERRI una década después. Porque generó el espacio y liberó también los suelos necesarios para poder llevar a cabo esta ambiciosa operación de regeneración y rehabilitación urbana.

Lamiako, una vez se hizo el metro.

El PERRI llegó con los primeros años del actual siglo. Y fue un antes y una después en la rehabilitación urbana de Lamiako y la Txopera. La actuación ideada por el ayuntamiento permitió derribar entorno a 170 infraviviendas y reubicar a casi otras tantas familias en nuevos, modernos y cómodos pisos en la Txopera. Y ello a cambio de lo derribado. Además, permitió urbanizar tres plazas para esparcimiento ciudadano a lo largo de los dos barrios. Ha permitido, también, que el ayuntamiento se haga con mas de 1.500 metros cuadrados en locales (en el último edificio terminado en la Txopera) que, como ya ha anunciado, prevé destinarlos a equipamientos socio culturales. Y ha traído consigo la construcción de otras 270 viviendas libres para aportar nueva población y permitir hacer viable la operación.

Una operación que el ayuntamiento impulsó hasta el final, no en vano destinó íntegramente a Lamiako y la Txopera el 10 % del aprovechamiento urbanístico que la ley le concedía en el área (2,4 millones de euros); hoy esa cesión es del 15% según la normativa actual, pero entonces era el 10. El propio ayuntamiento ha confesado que es la única vez que el esta institución ha hecho algo igual porque lo habitual es que ese dinero (el 10-15 % que la ley atribuía-atribuye a los ayuntamientos en las actuaciones urbanísticas) se destine a diversos proyectos de destino y beneficio general de toda la ciudadanía leioaztarra.

Primera actuación del PERRI.
Viviendas donde se ubican los 1.500 metros cuadrados para locales socio-culturales a disposición de vecinos y vecinas.

En el camino, el PERRI ha tenido que superar la gran crisis y recesión del 2008 (que ha durado cerca de diez años) y que se llevó por delante multitud de operaciones urbanísticas, promotores inmobiliarios y entidades financieras. Incluso la empresa que desarrollaba el PERRI quebró y el ayuntamiento tuvo que buscar otra que la sustituyera y pudiera continuar lo empezado hasta llevar a buen fin el proyecto de regeneración urbana. Tampoco es extraño que aquella empresa se arruinara en el intento. Tuvo que comprar los suelos, indemnizar a los propietarios de pisos, construir los pisos de sustitución y ponerlos a disposición de vecinos y vecinas a cambio de las viejas viviendas , urbanizar plazas y calles… y todo ello sin ver un solo euro que financiaran las actuaciones porque las viviendas libres sólo podían construirse al final, una vez que todo lo anterior estuviera hecho.

El proceso se ha hecho largo sin duda. Años de incertidumbre, de obras a ralentí. Pero el camino no ha sido menos duro, habiéndose superado adversidades terribles (crisis económica, pandemia) para verlo hecho una realidad. Cuando otras actuaciones a lo largo y ancho de nuestros entono se han ido al carajo, el PERRI ha seguido hasta el final.

Infografía de la que es última actuación del PERRI.

Y eso se ha debido, sobre todo y fundamentalmente a la apuesta innegable, decidida y absoluta del ayuntamiento de Leioa. Quien diga lo contrario desconoce lo ocurrido o simplemente miente por intereses espurios.

Post data: la manera que tuvo de irrumpir la industria en los siglos XIX y XX en Lamiako influyó de manera brutal, no solo en la fisonomía de la geografía leioaztarra, sino también en su población y, consecuentemente, en su sociología electoral. Así, mientras en el resto de Leioa el nacionalismo jelkide (EAJ-PNV) se constituyó en mayoritario desde los albores del siglo XX, arrinconando al caciquismo de la Piña monárquica liberal, en Lamiako la pugna entre abertzales y socialistas era notoria, si bien a lo largo de los años los nacionalistas se impusieron con notoriedad. Hoy la pugna, aunque claramente decantada a favor del partido jeltzale, es entre EAJ-PNV y el mundo sociológico de Herri Batasuna en su ultima formula electoral de EH-Bildu. Seguro que esto explica muchas cosas.