Es terriblemente irritante ver cómo hay quien sólo se mueve por el más destructor egoísmo mientras salva su conciencia definiéndose como persona de izquierda, como si eso significara algo «per se». Somos muchos los que nos consideramos personas de centro izquierda, humanistas, pero tratamos de predicar con un mínimo de coherencia.
Antes de seguir, me gustaría disculparme por haber tenido abandonado este pequeño proyecto personal durante este tiempo, pero no siempre es fácil sacar un rato, ponerse delante del teclado con algo de paciencia para parir un texto mínimamente digno. Seguro que los pocos pero buenos lectores que me habéis seguido hasta ahora, sabréis comprenderme.
Dicho lo cual, es verdad que resulta complicado permanecer dormido ante muchas de las injusticias, incoherencias e intereses personalistas a los que asistimos a diario. Más aún, cuando parece que se quieren vender como si lo lógico y bueno fuera adherirse a todos ellos. El mundo al revés.
Resulta que el Ayuntamiento de Leioa presenta un proyecto regenerador para los barrios de Lamiako y Txopoeta poniéndolos, y no creo que sea ninguna exageración, a jugar, directamente, en Primera División, y en mi opinión, respondiendo a tres claves fundamentales:
- Recuperación de la dársena, no solo como medio natural, sino como zona de disfrute para vecinas y vecinos. Recordemos que estamos hablando de un terreno equivalente a más de veinte estadios de fútbol.
- Construcción de viviendas y urbanización del entorno al más puro estilo isla de Zorrozaurre. Es decir, absoluta punta de lanza en lo que se refiere a construcción de ciudad moderna, accesible y apetecible. Es más, el Ayuntamiento, en otro claro alarde de escucha activa, ha conseguido rebajar las pretensiones iniciales de la empresa constructora y reducir las alturas de los edificios.
- Gracias y sólo gracias a esta inversión privada en unos terrenos que no son propiedad del Ayuntamiento se genera un dinero, fruto del aprovechamiento urbanístico, al que algunos llaman pelotazo, pero que el Ayuntamiento ya ha anunciado que está dispuesto a aportar, EN SU TOTALIDAD, para facilitar el soterramiento completo del metro a su paso por Lamiako. Es decir, tendríamos ya asegurado el soterramiento en Txopoeta y el compromiso total del Ayuntamiento de aportar TODO EL DINERO en el barrio para involucrar a las instituciones competentes en el soterramiento completo.
¿Qué más queremos? ¿Que no hay necesidad de vivienda? ¿Que son edificios muy altos? ¿Que tapan las vistas? ¿Que quitan verde? ¿Que alguien se va a meter dinero al bolsillo, fíjate tú, cómo son estos?
¿De verdad somos tan egoístas? ¿O tan interesados? ¿O tan cortos de entendederas? Estoy anonadado.
Alguien ha construido ese piso nuevo que te has comprado por 400.000€ en Lamiako, ¿verdad? Ahí habría alguna campa, algún zarzal verde o alguna huerta de algún vecino, ¿verdad? Y te ha importado una higa porque tú querías ese piso, ¿verdad?
O se han construido nuevas viviendas para demoler las antiguas, habilitar realojos y llevar nueva gente al barrio para revitalizarlo y revalorizarlo, ¿verdad?
¿Y este nuevo proyecto qué va a hacer? Poner a Lamiako en el mapa de, al menos, la Bizkaia más vanguardista, como zona residencial de referencia. Aportándole valor. Y sus mayores beneficiarios serán sus actuales vecinas y vecinos que van a ver cómo se va a incrementar el valor de su vivienda. Y cómo va aumentar la calidad de vida del entorno.
De verdad, que alguien me lo explique. Trataré de sacar tiempo para escribir una entrada con mayor profusión de datos en este sentido, pero espero entendáis este desahogo inicial.
Huid de políticos cortando la cinta tres días antes de elecciones, pero huid, más rápido si cabe, de todo aquel que se pone detrás de vaya usted a saber qué pancarta (porque da igual cuál) a las puertas de volver a votar para formar un nuevo Ayuntamiento.
Yo lo tengo muy claro. Me repele el interés electoralista de quien se disfraza de causas supuestamente justas para justificar no tenerlo. Fariseos.