Si usted, esforzado lector o lectora, ha perseverado hasta esta entrada del blog (tras haber leído pacientemente las cuatro anteriores) ya habrá llegado a la conclusión de que a mi parecer, honestamente, únicamente caben tres posibilidades, tres alternativas:
- Opción 1: El ayuntamiento podía ser inflexible y permitir únicamente que ese suelo albergase un centro religioso y nada más. Podía haberse cerrado en banda y no autorizar modificación de planeamiento alguna. Esta postura llevaría indefectiblemente a que, de la misma manera que ya han pasado 15 años de deterioro del entorno, pasase otra eternidad y, en el mientras tanto, la zona seguiría con el consiguiente proceso de degradación generando mayores problemas de seguridad, salubridad y marginalidad, incluso aún y todo, pese a las tareas de mantenimiento básico que sus propietarias pudiesen llevar a cabo (si es que lo hiciesen previa exigencia de ello). Todo lo que no se usa, deviene en ruina. Y sí, entonces cabrá solicitar de sus propietarias que lo derriben, pero solo entonces. Cuántos años habrá que esperar para ello. ¿Diez, veinte, cincuenta?
- Opción 2: El ayuntamiento puede posibilitar un cambio de usos en ese suelo que permita a sus propietarios el desarrollo de una actuación que dé una utilidad al edificio y a los suelos en los que se asienta, genere una actividad económica que aporte empleo, en un sector como el deportivo que supone salud, y lo haga con respeto al medioambiente. Por lo que deberá exigir al promotor de la inversión que adopte las condiciones necesarias para su mejor adaptación al entorno natural en que se pretende actuar. Aquellas que las autoridades municipales, medioambientales y de ordenación del territorio establezcan.
- Opción 3: El ayuntamiento puede adquirir el convento y los suelos que lo envuelven y promover (y costear, claro está) su derribo, así como la regeneración ambiental que sea pertinente. Desconozco el importe de dicha actuación que el ayuntamiento debería acometer a su costa, pero a buen seguro, no sería menor de varios millones de euros que habría que destinar del presupuesto municipal. Y, quizá, fiarlo a captar dinero de otros fondos supramunicipales que pudieran, eventualmente, aliviarle de dicho coste.
Este es el debate. Y no debería ser otro. Escoger la opción preferible. A mi, sinceramente, únicamente la opción numero dos me parece realista y además, equilibrada.
Hay quien está interesado en un debate ajeno a la verdad
Pero lamentablemente sí hay otro debate. O se está tratando de que lo haya. Porque hay quien está mucho más interesado en generar ruido, desinformación y engaño. Es este un debate convenientemente aprovechado por fuerzas políticas y acólitos acostumbrados al NO SIEMPRE, sobre todo, cuando es otro el proponente. Que, una vez más, como ante cada proyecto que no les gusta, alertan impunemente sobre la pretendida ilegalidad del proyecto (cosa que ya se ha demostrado falsa) así como de los oscuros intereses que tras el mismo se esconden, sin molestarse en aportar una mínima prueba de tal acusación.

Al tiempo, resulta descorazonador que se lleve más de dos años enredando con mensajes y con señuelos que poco tienen que ver con la verdad. Porque llevamos tiempo asistiendo a una campaña que trata de inundarnos de imágenes poniendo el foco en unos suelos de la ladera de Kurkudi a los que la Modificación Puntual de Planeamiento referida al convento de las Dominicas y sus aledaños no afecta. Porque ni siquiera los toca.

Son precisamente todos los suelos que van desde la rotonda de Telleria hasta el mismo muro o vallado del convento. O sea, todos los suelos allí habidos. Nada importa decir que la Modificación de Planeamiento se va a cargar las laderas del monte y, con ello, la zona rural donde las vacas pastan apaciblemente (todo ello acompañado de bucólicas imágenes de las vacas descansando), aunque lo cierto y verdad es que el proyecto que nos ocupa se refiere al suelo donde actualmente está el Convento y a nada más. Nada importa decir que la actuación del Convento es la antesala a una urbanización masiva de la ladera. Que es la punta de lanza de llenar la ladera de viviendas. Algo que ni el proyecto plantea, ni el ayuntamiento ha manifestado nunca. Mas bien, al contrario.
Y en el viaje de la desinformación y engaño, nada importa agitar un proyecto de carretera foral proyectado desde 1999 para dar continuidad al vial norte, a modo de by pass de la Avanzada, y ligarlo falsamente con el proyecto relativo al convento.

Porque nada tienen que ver entre sí. Y porque se vincula a un pretendido interés municipal en que carretera se haga. Y no puede ser más a la inversa. Tanto es así que, si esa carretera no está hecha, y han pasado 23 años desde que se dibujó en el PTP del Bilbao Metropolitano, es porque el propio Ayuntamiento es quien se ha negado a dar su conformidad a su construcción. Y ello, porque el Ayuntamiento ha defendido hasta la saciedad que, de ser necesaria una carretera que una los tráficos del vial norte que viene desde la Universidad con los del corredor de Uribe Kosta, se acometiese llevándola, como así está contemplado, por detrás del colegio Askartza y, a partir de ello, por detrás de Kurkudi y del Centro Comercial de Artea (dotando de paso a este espacio de otro acceso que complemente los dos actualmente existentes). Y se agita el espantajo, además, obviando que el anunciado proyecto de Subfluvial de Lamiako, verdadero by pass a la carrera de la Avanzada, deja aún más sin sentido a esa carretera que define el PTP aludido y ocultando, al tiempo, que (qué curiosidad) esos mismos agentes y fuerzas políticas también son contrarias al citado proyecto de subfluvial.
Poco parece importarles, nada en verdad, porque en este caso, como en tantos otros, hay quien sí hace bueno el dicho de “utiliza cualquier argumento, aunque no se ajuste a la realidad, si es bueno para mi convento”. Y no me refiero al de las Dominicas.
Grata sorpresa encontrarme este blog. Comparto ciertas inquietudes y otras no, pero por desconocimiento, una vez más de hechos ocurridos y de la situación geográfica real del lugar. En este caso sobre todo. En otros no.
Primero la especulación se adueñó del convento cuando estaba recién deshabitado pero habían dejado todas las instalaciones en perfecto estado. Llegó la crisis y acabo con la especulación, pero llegó el vandalismo, llevándose todo lo que se podía vender. Y poco a poco acabo como está ahora mismo. Completamente vandalizado y sus instalaciones destrozadas. El edifico que es muy bueno, aguanta estoicamente.
En general se desconoce el gran acuífero que alberga el cordal de Kurkudi, Ubede, Askartzaburu. Está lleno de agua. En la sequía estival y otoñal pasada ha seguido brotando agua de varias bocas, que son las que abastecen los errekas que bajan hacia el Udondo, por detrás de las irlandesas, por larrakoetxe, por Altzaga. Esas aguas eran las que movían las muelas de los molinos que hubo en esa vertiente. Más varios que brotan y vierten sus aguas hacia el Bolue y además abastecían a los molinos de Getxo de la cuenca de Bolue. Askartza en la parte de atrás es un manantial enorme. Del campo de tiro bajan varios errekas que se juntan con las aguas de askartza abajo y a través de canales hechos a mano en el pasado movían los molinos que había junto a la ermita de Santa Kolunba. Hay dos bocas que echan el agua hacia la parte alta del vertedero de la cantera de Getxo, pues al desconocerse estás cuestiones en la tala reciente que se ha hecho, la maquinaria no ha respetado sus pendientes naturales y han modificado el lugar hacia donde va el agua.
Hay un manantial a la derecha de la cima y junto al campo de tiro donde se forma una balsa y de hay baja a los molinos de santa Kolunba, pero justo donde se forma esa balsa está lleno de platos rotos y cartuchos, completamente lleno de restos desparramados.
El manantial de Altzaga nace dentro del terreno tapiado, cerca del edificio existente. Y si hacen una edificación en esa zona, destrozaran ese brotar del acuífero, el agua saldrá por donde le dejen los muros de esa nueva edificación, se modificará su curso y seguramente se secará la ladera de Altzaga, dejando a los viñedos, los pastos y las huertas de secano
Ese brotar del agua en diferentes puntos de Kurkudi es lo que se debería de poner en valor y conocimiento, pues es su auténtico valor, el agua que alberga y brota de su interior. Este verano esa ladera los pastos estaban amarillos, las huertas verdes y el curso del regato verde, y los viñedos verdes. El ganado ha tenido agua para beber.
De esto veo que hay un gran desconocimiento.
Otra gran preocupación es el tráfico que ese tipo de instalaciones genera, sobre todo por la movilidad del tipo de gente que va a esos lugares. Y precisamente los viales de esa zona no están para ese tipo de tránsito tan elevado que se producirá.
El vial tipo autovia que tiene absolutamente aprobado la diputación y que destrozara el gran acuífero que alberga Kurkudi y destrozará la ladera de Sutxus y Altzaga, es un verdadero problema pues está aprobado y contestadas las alegaciones. Para evitarlo habría que conseguir anular esas aprobaciones. No se puede confiar en decir que no se hará por el subfluvial y el puente y el no se qué. Pues va poco a poco salvando los obstáculos legales y está en la línea de salida.
La modificación puntual del uso estaba ya fuera de lugar pues verdaderamente tocaba revisar el POGU, que es lo que se está haciendo ahora.
Cuando queráis os enseño Kurkudi como es y como está.
Hay que hacer caso a los topónimos, y todavía queda el que había únicamente desde Sutxus hasta Santxoena, cuando no existía Askartza ni Sarriena ni Aldekoena, incluso ni aparecía Kurkudi como tal. Esa ladera se conocía como Ubeda. Ahora queda Ubedene, rodeado. Pero ese topónimo nos habla de agua, de boca de agua y del paso o vado, que se da en ese lugar y además todavía queda el camino viejo que subía a Kurkudi para bajar a Sutxus y sobre todo a los molinos de Bolue y al camino carretil que unía Getxo con Martiartu y buscar el de Plentzia con Martiartu. Y que desde allí por Gohierri iba a buscar la cuesta de la Magdalena en Goikoa para ir a Bilbao.