Acabo de ver un vídeo que rula por alguna red. Lo ha confeccionado SOS KURKUDI y no puede ser más desafortunado por dogmático, sectario y discriminatorio. Atufa a pureza de rancio abolengo. Y lo han hecho, paradójicamente, utilizando, con poca gracia, a dos personajes entrañables como los muñecos Epi y Blas que están en las antípodas de todo lo malo que rezuma el citado vídeo.
El vídeo, en resumen, es un alegato simplista, burdo y maniqueo que viene a comparar el Leioa de 1991 con el actual. Ya he escrito anteriormente acerca de cuál es mi opinión sobre el tipo de urbanismo que se ha hecho en Leioa. Y es muy favorable. Basta repasar este blog para poder atender a las explicaciones que he dado para fundamentar esta opinión. Pero a la vista del video, no puedo sino volver a ratificarme en lo dicho.

Leioa antes y después del urbanismo de los ayuntamientos democráticos
La foto anterior refleja el Leioa de hace 45 años, del de los años setenta (finales) y ochenta (principios). Bueno, para ser exactos, refleja parte del Leioa de entonces. La imagen no alcanza a coger las zonas cercanas a la Ría, así como las más próximas del municipio a Getxo. Pero, basta un simple vistazo para darse cuenta del desastre urbanístico que suponía un pueblo que se había hecho al dictado franquista: totalmente desestructurado, con casas que formaban barrios a modo de islas inconexas, sin unión ni cohesión ninguna, carente de urbanización y huérfano de los más mínimos servicios.
Los planeamientos urbanísticos de los que Leioa se ha dotado en democracia han logrado corregir esta catastrófica situación. El Leioa de después de 1991 es, por ello, fruto de ello. Leioa ha podido desde entonces articular soluciones mediante un crecimiento ordenado y equilibrado, mallando barrios y uniendo personas, con calles, plazas y parques. Con equipamientos, con dotaciones y con servicios. Y con casas, tantas como eran necesarias para hacer pueblo. Y por cierto, más de la mitad de ellas de VPO.
No me extenderé. Quien quiera profundizar puede leer Leioa dibuja su futuro (I) y Leioa dibuja su futuro (II).
¿Quién sobra en Leioa?
Ahora, a juicio del video de SOS KURKUDI, parecería que todo lo que se ha hecho desde entonces sobra. Esto es, sobran los desarrollos del Centro Cívico (Aketxe y Errekalde), sobran los de Estartetxe, sobran los de Luis Líbano, sobran los de Mendibile, sobran los del Bulevar de Udondo, sobran los de Artatza (con Basañese, Paseo Landabarri, Zarrageta…), sobra Telleria, sobra todo el PERRI de Lamiako y Txopoeta, sobra todo Aldapabarrena, sobra Euzko Gudariak. Y sobran los polígonos industriales y terciarios que dan empleo en Leioa. Sobra Ibarrabarri, sobra de la zona de oficinas junto a la Ría colindante con Erandio, sobra la zona de pabellones en Ibaiondo-Santa Ana, sobran los edificios de oficinas junto a Laubide. Sobra todo esto y algo más. Sobran, sin más miramientos. Y si sobran las casas que han permitido unir y estructurar Leioa habrá que concluir que sobran las personas que las habitan. Y si sobran las zonas que dan empleo, sobran también las personas que allí trabajan y se ganan su pan.
Simplemente a SOS KURKUDI les sobran los y las leioaztarras que viven y trabajan en estas zonas de Leioa. A SOS KURKUDI les sobra todo el Leioa posterior a 1991 y todas aquellas personas que desde entonces han elegido nuestro pueblo bien para construir su proyecto vital, sean personas que han venido, con todo su derecho, de otros lugares y lo sean quienes eran menores de edad o jóvenes en el Leioa de 1991 y han podido acceder a una vivienda en su pueblo (por cierto, cientos y cientos de ellos y ellas una VPO de las que el ayuntamiento ha potenciado promover) o bien para poder acceder a un puesto de trabajo radicado en Leioa.

Mirarse al ombligo
Es tremendamente peligroso pensar que frente a uno mismo, sobran todos los demás. Y además es tremendamente absurdo e injusto. Porque si hay miembros de SOS KURKUDI que se creen con más derecho a vivir en Leioa porque ya lo hacían en 1991, podrían, en justicia, preguntarse qué zona verde destruyeron las casas que entonces se hicieron para que pudieran habitarlas, las más de ellas entre 1960 y 1990. Y que son aquellas que forman parte de la foto que acompaña este escrito. Porque aquel Leioa que parecen añorar fue el Leioa que transformó una bucólica aldea rural en un constructo urbanístico típico del franquismo. Por cierto, algunos miembros de mi propia familia vivimos en casas de esa misma época y otros en posteriores. Y no somos ni mejores ni peores por ello.
Me vienen a la memoria aquellas conversaciones que, hace ya muchos años, un viejo amigo residente en la zona de San Bartolomé me contaba que solía tener con Mertxe, la dueña del caserio Ermitazpi, aquel que estuvo a pie de la actual pasarela peatonal de madera que une dicho barrio con Artatzagana. Mertxe, que se reconocía orgullosa la ultima aborigen de Leioa en aquella zona, se lo recordaba entre risas a todos los convecinos y convecinas que habían llegado a vivir entre sus verdes campas a partir de los años 60. Y que con sus casas también habían trastocado la tranquila y solitaria vida de Mertxe.
Por cierto, aquellas casas y otras que se hicieron alejadas de cualquier embrión de casco urbano, eran de lo mejorcito de Leioa en aquella época . Más propias de un urbanismo basado en la baja densidad, enclavadas en medio de zonas rurales, cuando no de valor natural, y por ello completamente incompatible con los ideales contrarios a un consumo innecesario de suelo que, desde tan privilegiada atalaya, ahora dicen defender a ultranza en SOS KURKUDI. Porque además de señalar a otros, no les pidan a ellos coherencia, ninguna.
Post data: He escrito varias entradas en este blog intentando dar mi opinión sobre la modificación de planeamiento que se está llevando acabo por parte del ayuntamiento y que afecta exclusivamente a los suelos ocupados por el Convento de las Dominicas. Y he tratado de razonar por qué no estoy de acuerdo con lo defendido por SOS KURKUDI y por qué creo que se ha dejado manipular por los impulsos espurios de un partido político de Leioa. En todo caso, obviamente no hace falta decir que están en su completo derecho de defender lo que gusten y arrimarse a quien más les apetezca. Pero lo que rezuma este video es otra cosa. Es decir quien sí y quien no. Quien ha contribuido a hacer un mejor Leioa o no en función de donde vive. Quien suma y quien resta. Y eso es tratar de hacer distingos entre personas y enfrentar a la gente. Y es muy peligroso.