Esta semana hemos conocido una aproximación muy real del proyecto que los dueños de los suelos donde se ubican el convento y sus anejos prevén desarrollar. Conforme a lo que se ha publicado, se trata de una actuación que trata de poner de relieve el valor arquitectónico del edificio, anexar un moderno cuerpo que busca un contraste muy visual a modo de dialogo entre estilos de épocas diferentes (siglo XX y XXI) y, al tiempo, logra un encaje respetuoso con el medioambiente con una integración de todo ello en el entorno paisajístico y natural de la zona. A mi me gusta y mucho.
Además, el proyecto se completa con la cesión al dominio público municipal de los más de 5.000 metros cuadrados de masa boscosa ( robledal, a más señas) que se encuentran en el lado suroeste de la ladera donde se encuentra el convento. O sea, que la zona de mayor valor paisajístico y natural existente en el entorno pasaría de las actuales manos privadas (los propietarios del convento) al dominio y uso publico municipal, o sea a mano de todos los y las leioaztarras.
Pero esta cesión de suelos al dominio publico municipal podría ser incluso aun mayor, dado que la promotora ofrece ampliarla otros 10.000 metros cuadrados, hasta totalizar 15.000 metros cuadrados, para crear un sistema local de espacios libres verdes (esto es, un parque natural de hectárea y media), al tiempo que renuncia a más de 11.000 metros cuadrados de edificabilidad. Lo hace en gesto añadido para tender una mano a una asociación creada al efecto y que pretende seguir torpedeando, ahora judicialmente, el proyecto, tras haber sido desestimados sus pretensiones tanto por el Ararteko como por la Comisión de Ordenación Territorial del Pais Vasco (COTPV), que ha avalado el mismo tanto desde el punto de vista de ordenación del Territorio como desde una óptica mediomabiental.

Oposición basada en una mentira
La tal asociación, SOS Kurkudi, jaleada y asistida fundamentalmente por EH Bildu, lleva más de dos años oponiéndose al proyecto. Lo ha hecho incluso antes de saber el contenido real del mismo. Es más, viene haciéndolo sobre la base de una “realidad” paralela sustentada en previsiones engañosas que nada tienen que ver con la verdad y en juicios de valor espurios que han tratado de confundir la voluntad de gentes de buena fe. Han divulgado pretendidas imágenes de lo que iba a ser, a buen seguro, un proyecto espantoso que colmataba la ladera de edificaciones sustituyendo el verde actual por cemento, hormigón y asfalto. Todo mentira, como se ha podido comprobar.

Además, como profetas del infortunio más catastrófico, alertaban sobre un futuro lleno de casas que engullían las praderas del entorno y nuevos viales que el proyecto de gimnasio habría de traer consigo como conditio sine quae non. Llegaron a editar un video que decía, señalando las actuales VPO de Leioandi y la avenida Elexalde, que no querían un Leioa así. Pues que se lo digan a los vecinos y vecinas que allí viven. A lo que se ve, avisados de la magnitud del despropósito, lo retiraron de la misma (no sin antes dejar rastro del mismo). Fue el colmo de la desfachatez.
Han tenido que pasar más de dos años pero las cartas han quedado a la vista. Y las malas artes de trileros del juego ventajista también. Pero los que peinamos canas no esperamos que quien ha hecho trampas y ha sido pillado recoja su baraja y abandone la partida. Inasequible al desaliento, convertirá su envido en órdago. Al tiempo.
La dación del robledal que esconde el erreka de Altzaga, sería lógica como cesion de derechos de edificacion, pero además estan fuera del muro y sobre todo están afectados en cuanto a uso edificatorio por la reserva existente para el vial tipo autovia que va camino de su aprobación final. El resto de posibilidad de aumentar los M2 también son el resto de los que están afectados por el vial. Así que por ambas partes hay trampas y antojos.
Y sobre todo hay un gran desconocimiento del posible proyecto.
Y porque no se aprovecha ese proyecto para abrir el vial, que ya existe casi todo, y darle salida y escape al colegio de askartza e incluso acceso a las instalaciones de Sarriena desde atrás. Y hasta enlazaría con el proyecto de Ubedene, pudiendo incluso estudiar que hubiera un vial semipeatonal entre askartza y la urbanización, que saliera a al instituto y a Santxoena, y de ahí a la rotonda.
Hay muchos parches mal arreglados y se podría aprovechar la revision del POGU para dar salida a la vialidad, auténtica hueso de este municipio. Creo que es mejor crear una red de pequeños viales que vayan uniendo las urbanizaciones y los barrios existentes, que no grandes viales rápidos pero sin enlaces ni redes para poder repartir los desplazamientos.
Y así se le daría por fin carpetazo al abandonado y contaminante campo de tiro que se nos olvida que está ahí en la parte alta y en el medio de ese vado de agua que el toponimo Ubede, Ubedene, Úbeda, nos ha dejado de recuerdo y de aviso.