Estamos a cuatro días de las Elecciones Generales y han pasado casi dos meses desde las Municipales y Forales. En este tiempo, se han constituido los diferentes ayuntamientos y han celebrado también sus plenos de organización o estructura. Es en este tiempo cuando se han elegido alcaldes y alcaldesas y se han establecido muchas de las reglas de funcionamiento (y entre ellas sus salarios). De similar modo cabe hablar con respecto a Diputaciones Forales.
En este sentido, sigue maravillándome la habilidad, no exenta de desfachatez, de EH Bildu y sus plataformas mediáticas (no digamos en redes sociales) en convertir lo blanco en negro, en tergiversar realidades, amplificar hechos ajenos, mientras ocultan los propios, en levantar, en tirar piedras y esconder la mano, y en apuntar con el dedo acusador al tiempo que encogen los hombros y miran hacia otro lado.
Y como muestra un botón aunque más parece toda una botonería.
Durango, Gipuzkoa, Iruña
La izquierda revolucionaria vasca ha puesto el grito en el cielo porque las candidatas del PNV a presidir el ayuntamiento de Durango y la Diputación Foral de Gipuzkoa han logrado finalmente la makila que les da el gobierno de ambas instituciones. Y les han acusado públicamente de pactar con el PP, la derecha española.
Basta con ser un mero espectador para ver que habiéndose postulado dos candidaturas, una de EAJ-PNV y otra de EH-Bildu, el PP ha preferido una de las dos. ¿A alguien en su razonable juicio y conocimiento de la historia del País puede extrañarle esto? Era posible que el PP, aunque no fuera más que por respeto a sus militantes, algunos muertos por ETA en Gipuzkoa o en el mismo Durango, hiciera cosa distinta? No ha sido fruto de ningún acuerdo, sino más bien de la lógica natural de la cruda realidad. Pero, sino embargo, lo han vendido como el pacto de la vergüenza.

Al tiempo, en Iruña, EH Bildu ha sido incapaz de tejer un pacto con el Partido Socialista de Navarra y con GEROA BAI, básicamente porque los socialistas no han querido. Y estaban en su derecho de no quererlo. Pero en democracia, si el respaldo electoral es importante también lo son la capacidad de acordar, de ceder y de entender las razones del posible socio. Y EH Bildu se ha mostrado absolutamente incapaz de hacerlo. No ha querido. Como tampoco ha querido dar una opción a desbloquear la situación aupando a Koldo Martínez de GEROA BAI a la alcaldía (con menos votos sí pero con un acuerdo viable), porque a EH Bildu solo le valía que Asiron fuera alcalde. Y esa intransigencia, esa estrechez de miras, esa soberbia y ese ensimismamiento en su propio ombligo han hecho posible que UPN, la derechona más anti vasca posible, aliada con el PP, la derecha española, se hagan con el poder en Iruña.
Cacareo en Durango y Gipuzkoa y la cagan enteramente en Iruña. EH Bildu sin necesidad de pactar nada le ha dado la Alcaldia de la capital de Nafarroa, la capital del viejo reino, la capital espiritual de Euskal Herria a la derechona anti vasca en coalición con la derecha española.
Bendito parné
El segundo culebrón lo han montado con el sueldo de la alcaldesa de Durango. No seré yo quien, atendiendo a los instintos de un populismo rampante, defienda que una alcaldesa o alcalde haya de cobrar el SMI. No tengo edad para majaderías. Creo que han de cobrar en consonancia de la responsabilidad que asumen, su condición de trabajadores públicos que ejercen durante 24 horas diaria y siete días a la semana y, en todo caso, atendiendo a la escala salarial existente para los funcionarios municipales.
Pues hete aquí que a EH Bildu le ha parecido un latrocinio al erario municipal durangotarra que su alcaldesa vaya a cobrar 72.000 euros anuales. Y al tiempo que denuncian tamaña desvergüenza, silencian que la nueva estructura política de gobierno del ayuntamiento va a ser más barata que la que ellos (como izquierda revolucionaria vasca) han ostentado hasta hace dos meses.
Pero no es lo único que tratan de silenciar. Se ha publicado por medios no precisamente suyos que, por ejemplo, en Arrasate y Bergara el incremento de sus concejales liberados y asesores va a costarles a esos ayuntamientos decenas de miles de euros más que antes. O que su alcaldesa de Atxondo va a cobrar más de 43.000 euros cuando su predecesor (del PNV) no tuvo salario o retribución municipal. Y que la alcaldesa de Bermeo cobrará 64.500 euros por su trabajo, en un municipio, por cierto, la mitad de poblado que Durango. O que los seis concejales de la coalición bildutarra en Bilbao van a embolsarse más de 60.000 euros por una liberación de tres cuartas partes de jornada (que llevados a una jornada completa se corresponden con 80.000 euros) y por realizar tareas de oposición. Y hay ejemplos para seguir y no terminar.

No es licito decir una cosa y hacer otra. No es ético señalar con el dedo acusador y comportarse igual que aquello que denuncio. Es cínico, hipócrita y mentiroso.
PD: Dicen de los demagogos que son personas que mienten con risueña naturalidad, como el común de quienes comen o respiran; y lo hacen sin remordimiento alguno de conciencia porque carece de escrúpulos morales.